Marzo 2014

Hola, soy Catherine. Ya de pequeña pensaba mucho en Dios y el mundo. Pertenecía desde mi nacimiento a una iglesia ortodoxa como mis padres, nunca me había preguntado qué era lo que yo quería. A muchas personas les pasa. Casi todos hemos nacido en una cultura religiosa. Mi profesor era el cura de mi pueblo. Hice todos los rituales, encendí velas, hice la cruz, bese imágenes pero realmente no tenía ni idea de lo que era Dios. Cuando era adolescente pensé que me casaría, tendría mucho dinero y sería feliz ¿Cuántas personas piensan eso? Me casé con 19 años, lo tenía todo, pero era muy infeliz, estaba muy depresiva y quería morir. ¿Para qué vivir? ¿Para contribuir a este teatro? Se puede tener todo y ser infeliz hasta querer morir. Cuando los sueños se agotan, uno se siente en el suelo.

La noche de navidad de 1985 toqué fondo y dije: Dios, si existieras... No espere nada, era tarde y quería irme a la cama. En ese momento Dios me dejo ver algo, no fue nada especial. Pero por primera vez en mi vida, supe que había otro mundo, anteriormente ese mundo no existía para mí. Comencé a creer en Dios, pero no conocía a ese Dios, no verdaderamente.

Unos meses después fui al Ejército de Salvación para ver una película. Después de la película el predicador explico el evangelio, dijo que Jesucristo fue a la cruz por mis pecados, pero no fui salvada en ese momento. Tenía que tomar el regalo y sería salvada, entonces se me otorgaría. Yo siempre había pensado que era cristiana porque había nacido ortodoxa. Pero en ese momento, lo vi claro, yo no era cristiana, tendría que serlo. ¡Llegue a mi casa, había orado por el perdón de mis pecados y había invitado a Jesucristo a venir a mi vida! Desde ese día, comenzó una nueva vida. No más depresión, era libre y soy libre.
Ser cristiano significa: yo sigo a Jesucristo. ¿Cuántas personas que siguen a Jesucristo, se llaman cristianos? La mayoría viven en un engaño. Piensan erróneamente que son salvados y están perdidos eternamente. Tienen una religión pero no tienen una relación personal con Dios. Hoy puedo decir con sorpresa y certeza que conozco bien a Dios mi salvador, a Jesucristo mi salvador y al espíritu santo, mi alentador. Es una relación viva y milagrosa, no una religión muerta y una tradición.

Comencé a leer mi Biblia. Yo decía: Dios, ésta es tu palabra, tanto si la entiendo cómo no, tanto si me gusta cómo no, yo lo acepto como tu palabra. Así comenzó Dios a darme respuesta a todas mis preguntas, las cuales me habían llevaban conmigo toda la vida. ¿Quién no se hace preguntas? Casi todas las personas se hacen las mismas preguntas, a esas preguntas quiero responder en esta página.
Posteriormente tuve una visión de Jesús, pero también del diablo. Hay otro mundo que es absolutamente real: Dios - Satanás, ángeles - demonios, cielo - infierno, luz - oscuridad. Estamos separados de Dios por el pecado de Adán y Eva, pero también gracias a nuestros pecados. Estamos de camino al infierno pero Dios nos llama para que demos la vuelta, pero eso dice en la primera carta a Juan versículo 8-9: Cuando decimos que no tenemos ningún pecado nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros. Cuando confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo, perdona nuestros pecados y nos limpia de toda injusticia.
¡Reconoce tus pecados y sálvate del juicio de Dios, que vendrá a este mundo para el juicio final, estás de camino al infierno!

Tanto amó Dios al mundo que tuvo un hijo para que todos creyeran en él, para que no estuvieran perdidos, sino que tuvieran la vida eterna. Juan 3,16.
La religión no puede salvarte, la religión no es de dios sino del diablo. Ésta es la mayor invención de Satanás. Dios mismo fue humano hace dos mil años, clavó tus pecados en la cruz para que tú no tuvieras que cargarlos. ¡Toma el regalo!
Ora: Dios de los cielos, gracias por tu amor. Senior Jesucristo, gracias que tu fuiste a la cruz por mí, por mis pecados. Perdona mis pecados: todos los pecados sexuales, todas las idolatrías, todas las injusticias y el ocultismo (si estuviste con adivinos, curanderos, etc.). Señor Jesús límpiame con tu sangre. Quiero perdonar a todas las personas que me han herido. Me alejo de los pecados de mis antepasados, no quiero tener nada que ver con ellos. Rompe todas las maldiciones de mi vida. Lléname con tu espíritu, dame la fuerza para llevar una vida pura y ser testigo de Jesús. Amén.
Si eres ortodoxo, católico, protestante, musulmán, budista, hindú, ateo, etc. necesitas liberarte. Regresa con tu creador Jesucristo, ser bautizado en el nombre de Jesus et alégrate de la eternidad con tu Dios! Amén.
Catherine www.rettedich.ch
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